En primera instancia, los titulares de las carteras vinculadas explicaron con detenimiento a los representantes del colectivo, cuestiones inherentes a la prohibición de la comercialización sin autorización en la vía pública. Como contrapartida, ofrecieron puestos en las ferias francas del distrito, seguido de una serie de facilidades para su adecuación a la dinámica de estos paseos de compra.

Puntualmente, se les indicó que podrán recorrer los diversos circuitos -que funcionan los siete días de la semana- y observar el desarrollo de las jornadas de trabajo.

Por otro lado, se ofreció evaluar una ayuda social para quienes lo requirieron y la posibilidad de abordar cada problemática desde el área municipal correspondiente.

Además, con el propósito de mantener la fuente de ingreso de los vendedores y potenciar sus posibilidades, el Ejecutivo local puso a disposición los programas municipales para quienes lleven adelante un microemprendimiento, o bien, cursos de manipulación de alimentos para la comercialización de productos digeribles.

Cabe señalar que tal como lo establecen ordenanzas municipales, el cuerpo de inspectores continuará llevando a cabo operativos de control.