Los adolescentes colmaron el Salón de Usos Múltiples propiedad del establecimiento y gritaron al unísono: “¡Sí, nos comprometemos!”. De ese modo, sellaron un acuerdo tácito para proteger su entorno, desarrollar acciones tendientes a su conservación e impedir su contaminación para edificar una sociedad con valores saludables.  

El mandatario comunal -Julio Pereyra- envió su mensaje a través del Secretario General de Administración y Fiscalización, Daniel González. El funcionario razonó sobre el rol de la producción más sus consecuencias para el planeta. “Los especialistas coincidieron en la necesidad de crear un sistema para elaborar bienes sin lastimar el lugar donde vivimos. Plantearon normas para fabricar productos de manera sustentable que muy pocas naciones respetaron. Tomar conciencia sobre estas cuestiones resultó esencial. En ese contexto, la educación ocupó un lugar fundamental en la preparación para las futuras generaciones”, detalló.

Beatriz Domingorena, Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, evocó al Papa Francisco en su encíclica “Laudato Sí” para entender el significado del concepto casa común: nuestro distrito. “Utilizamos el hashtag #MiBarrioLimpio para involucrar a los vecinos en la limpieza de la localidad. Cuidar las calles, plazas y hogares posibilitarán que Florencio Varela luzca mucho más bello”, explicó.

Durante la jornada, coincidieron en el valor de abordar la problemática con una visión multidisciplinaria desde cuestiones macro, como los acuerdos económicos globales para la explotación de recursos, hasta micro: resolver inconvenientes diarios.

El Director del Instituto de Ciencias Sociales y Administración perteneciente a la Universidad Nacional Arturo Jauretche, Luis Mario Couyoupetrou, profundizó en la importancia de modificar conductas individuales. “Las dificultades vinculadas a la preservación, consumo o degradación ambiental fueron concebidas en un núcleo social porque los seres humanos desarrollaron la capacidad de modificar su ecosistema”, describió. Luego, reafirmó la voluntad del ámbito académico para generar el conocimiento imprescindible y erradicar los hábitos perjudiciales para la naturaleza.

Posteriormente, el Jefe Distrital de Educación -José Cerone- calificó como “significativa” a la jornada debido a la responsabilidad particular de cada ciudadano en su cotidianeidad. “Evitar el uso de bolsas plásticas, no ensuciar el entorno o manipular correctamente los residuos fueron conductas que respondieron a decisiones personales para contribuir en una convivencia armoniosa”, reflexionó.

Miguel Vargas, Director de la entidad, celebró la elección del establecimiento para la ceremonia debido al trabajo desarrollado por alumnos y docentes en sus aulas. “Tenemos dos tareas importantes: en primera instancia, ampliar la formación para elevar la calidad en la enseñanza e interiorizarnos en la temática; En segundo lugar, incentivar a los alumnos en el cuidado del medio ambiente”, afirmó.

Por último, Iván -un estudiante del Primer Año Secundario- exhibió orgulloso su compromiso con una causa noble como la preservación del espacio público. “El mundo está cada vez contaminado. Estoy de acuerdo en que cada uno de nosotros debe asumir la obligación de proteger su lugar e impedir un mal mayor”, resaltó.