De ese modo, los varelenses hallaron un ámbito de aprendizaje donde adquirir nuevos conocimientos e interrelacionarse con personas portadoras de sus mismos intereses: un método viable para fortalecer los vínculos en la comunidad.

Las clases iniciaron normalmente. Los alumnos conformaron grupos heterogéneos debido a la amplitud de la convocatoria y exhibieron su interés durante las lecciones de cada docente. Las aulas mutaron de acuerdo al curso asignado: salones de baile, fábricas de bocetos, un local dónde moldear cabellos y salas de ensayo o maquillaje.

Debido a la extraordinaria repercusión de la iniciativa, estipularon una nueva fecha de inscripción: el lunes 16 de enero a partir de las 9 hasta las 17hs en la Subsecretaria de Cultura y Educación. Además, la mencionada dependencia municipal brindó sus instalaciones para las cursada en los días y horarios designados a cada estudiante de acuerdo a su elección.

“Los lugares destinados a la enseñanza de clásico informaron valores elevados. No podía pagarlos. Conocí la propuesta y no dudé: inscribí a mi hija porque es su pasión”, confesó Adriana -oriunda del barrio “El Molino”- quien acompañó a la pequeña Renata durante su primera participación.